Son varias las lecturas que tuve que hacer de la guía de Craig, leyéndola como si se tratará a veces de una guía (como su nombre lo indica), en otras ocasiones me encontré leyéndola como si de un poema se tratara, como si fuera una conversación con alguien cercano. En cada lectura me encontré en la búsqueda de darle distintos sentidos, queriendo encontrar alguna respuesta, pero en muchas otras ocasiones terminé encontrando más preguntas que respuestas.
Al momento de sentarme a escribir, sigo pensando aún en cómo abordar esta propuesta que Craig nos presenta, ¿cómo debe de leerse o cómo debe entenderse un trabajo que aborda un tema tan complejo?, a pesar del reto y lo complicado del mismo esta guía ofrece una lectura sencilla para un tema sumamente complicado como lo es el dolor, el abuso y el sufrimiento.
Incluso ahora, al pensar sobre que decir acerca del trabajo que Craig ha realizado me resulta sumamente complicado, el resumir toda una experiencia, no solo la que Craig comparte durante sus páginas sino aquella que resulta del proceso de reflexión que nos deja su lectura.
El trabajo de Craig mantiene una cierta cualidad del espíritu punk y su DIY (Do it yourself – Hazlo tu mismo) no solo en la producción de este libro, sino en la idea misma que se mantiene a lo largo del trabajo, al mostrarnos la posibilidad de la recuperación como un acto de transformación y revolución radical.
Se nos abre la posibilidad de encontrarnos con la recuperación como la apuesta por construirse a sí mismo en oposición a la opresión, a la violencia, al abuso y trauma. La recuperación entendida entonces como un acto revolucionario.
Es una apuesta que se dirige de lleno a la búsqueda del amor propio, pero desde un lugar que va más allá de la resiliencia y la autoestima, sino en la cualidad del amor propio como la posibilidad de rebelarse. El amor como un acto de rebeldía en contra de una situación de sufrimiento.
A lo largo de este libro Craig nos acompaña desde su propia experiencia, abriéndose de la manera más honesta, compartiéndonos aquellas situaciones de sufrimiento y dolor que lo han atravesado, pero sin dejar que este dolor opaque ese optimismo esperanzador que lo recubre; este acompañamiento lo hace sin pretensiones, sin otorgarse ningún tipo de autoridad, sino que lo realiza siempre desde una postura de horizontalidad, de igualdad, y es mediante este acto en apariencia tan simple que nos permite cuestionar aquellas lógicas jerarquizadas que muchas veces nos encontramos en los servicios de salud mental.
Al ir pasando las páginas Craig nos deja conocer su historia, la cual va intercalando con algunas preguntas; preguntas que nos hacen reflexionar sobre nuestro propio sufrimiento, sin importar la situación que nos este atravesando en este momento, o por la cual hayamos transitado, las preguntas con las que nos encontramos nos brindan la posibilidad de vernos reflejados, de encontrar un lugar en el cual ser acogidos y sabernos no solo escuchados, sino también comprendidos.
En la guía de Craig encontramos el reconocimiento del sufrimiento como una condición constante en la vida, algo que no podemos evitar, pero es a través de este reconocimiento que se pretende ubicar al sufrimiento de una forma no patologizante y a la par evitar la victimización de la persona que lo ha atravesado, sino que aborda el dolor desde la posibilidad de la empatía y la esperanza que trae consigo la posibilidad de transformación.
No todo en estas páginas es sobre el dolor y el sufrimiento, sino que entre las líneas que Craig va trazando encontramos una fuerte presencia de amor, de amor por si mismo, del amor por la vida, de amor por otros.
A través de su experiencia Craig nos muestra como la idea de recuperación y bienestar no puede estar sujeta a una norma, sino que está se construye desde la propia condición de cada persona, desde nuestros propios lugares y posibilidades, la recuperación y el bienestar deben de ser planteados en los propios términos de la persona, sin duda una lección que Craig retoma de su rebeldía punk, el oponerse a las imposiciones y apuntar por la construcción de sí mismo.
Algo a lo que Craig nos apunta es que esta apuesta por el amor propio no puede realizarse en solitario, sino que debe de contemplar el cuidado y la cercanía con otros, no importa si estos son personas o animales, pero es este sabernos en compañía, sabernos valorados, lo que en un momento de dolor puede ser el sostén que nos permita encontrar fuerza para resistir una vez más.
Esta guía, a mi parecer, no pretende darnos una única respuesta (puede que incluso no pretenda darnos una respuesta), sino que su valor lo encuentro en esta posibilidad de sabernos acompañados, de saber que existen otras personas que al igual que nosotros estamos atravesando por momentos de sufrimiento, a veces insoportable y desesperanzador, nos da esta posibilidad de encontrar a otros que nos hagan sentir acompañados.
Finalmente, este trabajo se dirige no solo a quienes atraviesan una situación de sufrimiento, sino a aquellas personas profesionistas de la salud mental que se encargan de brindar apoyo, puede ser tanto una herramienta de reflexión personal, como una herramienta de trabajo práctica, por lo que su uso no se encuentra restringido a un único contexto o espacio, sino que se adapta con facilidad a distintos abordajes e intenciones.
Esta guía, a diferencia de muchas otras, se construye desde la experiencia en primera persona, desde la experiencia de alguien que entiende lo que es atravesar el dolor y el sufrimiento, de alguien que sabe lo que es enfrentarse a las barreras sociales y a la exclusión, y es por esa misma razón que logra abrirse con tanta facilidad a la comprensión de cada situación; esta experiencia, sumada a la cualidad punk de Craig me parece que es algo que resalta a lo largo no solo de su libro, dando cuenta de que el sobrevivir no es solo una cuestión de amor propio y de bienestar, sino que es un reclamo por justicia social.
Contacto:
Para información sobre el libro, pedidos y conocer más del trabajo de Craig Lewis pueden contactar mediante el correo: [email protected] o mediante el sitio https://sanityisafulltimejob.org/index.html
Sobre el autor:
Craig Lewis es un sobreviviente a 28 años de violencia psiquiátrica. Originario del estado de Massachusetts, en los Estados Unidos, en enero de 2018 huyó de las amenazas y la violencia tanto de su familia como de sus colegas en el movimiento de recuperación de la salud mental.
En 2015, mientras trabajaba como empleado de salud mental con experiencia en primera persona, fue testigo de cómo un compañero de trabajo explotaba sexualmente a pacientes dentro de un hospital psiquiátrico. Denunció los abusos, pero quienes tenían más poder que él, los encubrieron.
Él mismo fue abusado a los 15 años en un centro psiquiátrico, pidió ayuda y nadie lo protegió, que sucediera lo mismo dos veces fue demasiado para soportar.
También en 2015, Craig demostró que el diagnóstico psiquiátrico que le dieron en 1988 fue intencionalmente fraudulento, y que tenía como objetivo proteger a quienes abusaron de él. Craig logró que quitaran los diagnósticos psiquiátricos de su expediente y los psiquiatras le indicaron que dejara de tomar medicamentos si quería tener la oportunidad de estar sano y bien.
Decir la verdad le causó muchos problemas a Craig y, lamentablemente, nadie estaba dispuesto a solidarizarse con él. Ha luchado por su vida contra su familia, el sistema psiquiátrico y todos sus representantes.
Cree en la revolución personal y en ayudar a los sobrevivientes a liberarse de lo que les hicieron. Ha demostrado en repetidas ocasiones que no le teme a las consecuencias de decir la verdad.
Escribe libros de ejercicios de habilidades de afrontamiento para sobrevivientes de traumas graves y personas que desean mejorar sus vidas. Actualmente, Craig vive en México y le da crédito al pueblo mexicano por salvarle la vida.