Los investigadores de la salud internacional reflexionan sobre el papel de la curación tradicional a la hora de abordar el déficit de tratamiento de la salud mental en el mundo.
Un artículo reciente escrito por Tony Pham y sus colegas internacionales y publicado en el Community Mental Health Journal revisa la investigación sobre las interacciones entre la atención de salud mental occidental convencional y las prácticas curativas tradicionales en todo el mundo.
Parece que los investigadores psiquiátricos occidentales se interesan cada vez más en los procesos de sanación tradicionales y en la medicina tradicional de los pueblos indígenas. Se han realizado esfuerzos para comprender cómo los curanderos (es decir, los chamanes) conceptualizan y tratan las diversas condiciones relacionadas a la salud mental, y de mismo modo, buscan demostrar su eficacia dentro de sus contextos culturales. Entre los ejemplos de prácticas curativas tradicionales de todo el mundo se encuentran las autóctonas de Sudáfrica, Singapur, NuevaZelanda y Hawai, que se centran en las comunidades en contraste con los enfoques psiquiátricos occidentales individualizados.
Aunque sus prácticas se consideran una resistencia a las fuerzas colonizadoras de la biomedicina occidental, muchos en el campo de la Salud Mental Global están trabajando para integrar la curación tradicional en la atención psiquiátrica de diferentes maneras. Estos intentos van desde la formación de curanderos tradicionales para que asuman tareas y funciones dentro del sistema de salud mental hasta el desarrollo de planes de estudio para apoyar la intersección de la medicina tradicional y la convencional.
Sin embargo, se ha hablado mucho del movimiento de la SaludMental Global (SMG y de sus interacciones con las concepciones tradicionales de la salud mental, ya que se sigue exportando al Sur Global. Los autores escriben:
“Dado el potencial del curandero tradicional para cerrar la brecha en el tratamiento de la salud mental, los estudiosos han debatido durante mucho tiempo los méritos de la colaboración entre los curanderos tradicionales y los proveedores de servicios médicos en una amplia variedad de entornos. En contextos de ingresos bajos y medios, donde esta brecha de tratamiento es mayor, el debate ha surgido en regiones como Sudamérica, el Caribe, Asia y África… Una gran mayoría coincide en que la colaboración entre los curanderos tradicionales y los proveedores de servicios médicos mejoraría el bienestar mental general de sus comunidades. Sin embargo, estas publicaciones divergen con respecto a sus respectivas opiniones sobre la colaboración”.
Hay pocos datos epidemiológicos sobre el número de personas que acuden a los curanderos tradicionales y sobre los trastornos mentales que atienden estos curanderos. Sin embargo, la investigación cualitativa nos ha ayudado a comprender mejor el atractivo de la curación tradicional en las comunidades colonizadas. Al demostrar cómo estos curanderos son más accesibles que los proveedores de servicios médicos en muchas partes del mundo, dicha investigación documenta cómo utilizan modelos de causalidad culturalmente congruentes y rituales para organizar las experiencias internas de sus pacientes y promover la salud y el bienestar.
Gran parte de la investigación realizada hasta ahora sobre las colaboraciones incluye estudios de casos y etnografías para aumentar el diálogo entre los enfoques curativos tradicionales y convencionales. Sin embargo, incluso en esta literatura de investigación, los autores señalan las críticas por dar sistemáticamente prioridad a los enfoques médicos occidentales y prestar menos atención a las contribuciones de los curanderos tradicionales a los resultados positivos. Los autores citan casos exitosos de colaboración como el de los yachactaitas en los Andes, el uso del Espiritismo en Puerto Rico y Brasil, y la consulta con los curanderos tradicionales beduinos en Israel.
Las colaboraciones que integraban la curación tradicional y la moderna a mayor escala se han realizado en gran medida en países de ingresos altos, como en EE.UU., Canadá, Nueva Zelanda y Australia, financiadas por organismos gubernamentales que recurrían a curanderos tradicionales de la comunidad para administrar los tratamientos. Por ejemplo, al mencionar un programa estandarizado de 12 semanas en Detroit centrado en la ceremonia de la cabaña de sudación, los autores dijeron
“Los análisis del desarrollo del programa proporcionaron información basada en la realidad respecto a la incorporación de rituales tradicionales en contextos modernos. Por ejemplo, aunque las partes interesadas entrevistadas expresaron una actitud generalmente acogedora, plantearon varias áreas de conflicto potencial, como la disonancia entre las terapias indígenas y las realidades de la vida urbana, las dificultades para gestionar una representación tribal múltiple, equitativa y digna de confianza entre los curanderos tradicionales, y la preservación de la integridad de la curación tradicional en el contexto de una creciente tendencia del mercado a capitalizar las terapias de medicina alternativa.”
Este tipo de colaboraciones son escasas en los países de ingresos medios y bajos, a pesar del uso generalizado de las prácticas curativas tradicionales. Sin embargo, los sistemas curativos tradicionales están en retroceso a medida que el alcance de la biomedicina occidental se expande a estos lugares con la creciente globalización. Para evitar que estas tradiciones curativas autóctonas sean erradicadas, los autores abogan por el estudio de las prácticas curativas tradicionales, especialmente por la exploración de las relaciones entre la “curación tradicional” y la psicoterapia, y la aplicación de colaboración entre estas prácticas.
En los casos en los que se han llevado a cabo, como la Asociación para el Mental la Salud Mental Desarrollo de Subsahariana Saharan África(PaM-D), se ha centrado en la creación de un entendimiento mutuo entre la curación tradicional y la medicina convencional. Sin embargo, los autores destacan que los curanderos tradicionales tienen mucha desconfianza a la hora de compartir sus conocimientos con sus colonizadores, dada la historia de utilización de los conocimientos curativos indígenas contra ellos y sus comunidades. También mencionan que en muchos enfoques clínicos y educativos, el etnocentrismo y el esencialismo cultural están integrados en el discurso de la competencia cultural.
En el contexto de las recomendaciones de la OMS para que los programas de salud gubernamentales incluyan la curación tradicional como recursos de tratamiento, los autores sugieren formas de avanzar para que la psiquiatría colabore respetuosamente con los curanderos tradicionales. Proponen estudiar los procesos y resultados de la curación tradicional utilizando una variedad de investigaciones metodológicas basadas en los diversos contextos culturales, aprendiendo sobre los contextos locales en los que operan estos sistemas (por ejemplo, etnografías), e invirtiendo más en colaboraciones a gran escala en países de ingresos bajos y medios que se centran en la curación indígena. No obstante, los autores advierten específicamente del peligro de utilizar a los curanderos tradicionales para remitir a otros proveedores de salud mental.
“Al hacerlo, la biomedicina subsumiría el papel del curandero tradicional y dejaría de lado los tratamientos eficaces basados en modelos de causalidad locales y culturalmente congruentes que escapan a los confines del asesoramiento formal, las técnicas psicoterapéuticas y los principios biomédicos en general. En cambio, la colaboración debería facilitar a los curanderos tradicionales la práctica segura de sus teorías y enfoques”, escriben los autores.
“En última instancia, comprender las contribuciones y el valor de la curación tradicional para el bienestar y la salud mental del individuo, la familia y la sociedad es crucial antes de que estos recursos sean potencialmente dejados de lado o se pierdan en la marcha para reducir la brecha del tratamiento biomédico.”
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Pham, T. V., Koirala, R., Wainberg, M. L., & Kohrt, B. A. (2021). Reevaluación de la brecha en el tratamiento de la salud mental: ¿Qué sucede si incluimos el impacto de la curación tradicional en la enfermedad mental? Community Mental Health Journal, 57(4), 777-791. https://doi.org/10.1007/s10597-020-00705-5