Hablemos de Pájaros en la cabeza, el nuevo libro de Javier Erro
Lo mejor de Pájaros en la cabeza es el título: en cuatro palabras encierra dos conceptos que alto vuelan (cabeza y pájaros) y no los encierra, si no que a lo largo de 216 páginas nos muestra el llavero que la historia reciente del activismo -en España y Chile- está articulando para entreabrir la puerta oxidada del manicomio real y símbolo del constructo herrado y errado de eso tan impreciso, tan inseguro y vulnerable que aún nos atrevemos a denominar salud mental: a la que Javier Erro llama “un conjunto de ideas que cambian, una cultura, no un concepto en sí”.
Y sí, nuestro tótem de la Salud Mental es tan personal como aleatorio: la selección de conceptos que lo forman obedece a creencias e intereses. Y Erro nos recuerda que hoy (ya desde el siglo XX) nos toca cuestionar a ese nuevo Dios que es la ciencia; preguntarle, en este caso, por lo que está anclado en lo colectivo antes que en lo individual, en lo social antes que en lo personal y recordar que una obligación ética es cuestionar al Dios Sabe Mucho (o DSM) o al menos a no usarlo como Biblia: pues casi todos un día terminamos asumiendo su nomenclatura para entender, para comunicar, pero también para incomunicar, para no comprender ni profundizar.
Y en este sentido -Erro también nos lo recuerda- estamos convocados creativamente a renombrar desde otro lugar, pues abordamos y nos abordamos entre personas, no entre etiquetas; y él bien nos alerta de que “la inercia provocada por la cultura de la salud mental tiene más peso que la reflexión individual”, que, desgraciadamente, es lo que nos viene pasando.
Como acumuladores que somos de sentido y de sinsentido, a mí el título (del libro) me remitió, me llevó de la mano a una imagen de la ilustradora argentina Renata Schussheim1 (renatísima, como la llama Vinicius de Moraes), la cual me permito compartirles, pues en la mía (mi cabeza) habla de nuestros pájaros en luto y discusión ante las atrocidades, la incomprensión, el sufrimiento y la injusticia que convoca la historia, antigua y reciente, de la enfermedad o la salud mental.