Hace unos días tuvimos oportunidad de platicar con Javier Erro acerca de su último libro, “Pájaros en la Cabeza, activismo en salud mental desde España y Chile”, publicado por virus editorial a inicios de este año, en esta conversación Javier nos habla acerca de la cultura de salud mental, las barreras que se ha encontrado el activismo, el conocimiento construido fuera de la Academia y desde las experiencias en primera persona, entre más temas.
Javier Erro, es de Valencia. Psicólogo. Participó en diferentes movimientos sociales de corte libertario antes de llegar al activismo en salud mental. Escribió la guía “Saldremos de esta: guía de salud mental para el entorno de la persona en crisis” en el año 2016, así como diferentes artículos en webs de crítica de la salud mental, como primeravocal.org o madinspain.org. También participó en los primeros momentos del colectivo GAM Valencia.
Luis Arroyo: La primer pregunta Javier, que me viene a mente cuando veo el libro es siempre sobre el nombre, ¿cómo llegaste a este nombre que es Pájaros en la Cabeza? Y de ahí ¿cómo fue la construcción de este libro? ¿Qué estabas trabajando y dijiste “tengo que plasmarlo acá”?
Javier Erro: Primero decir que tardé muchísimo llegar al nombre. Me cuesta mucho sintetizar las ideas y me costó trabajo encontrar un término que expresase todo lo que intenta plasmar el libro.
Aquí en España, una persona con “pájaros en la cabeza” es una persona muy utópica, muy imaginativa, a veces muy ingenua, que se cree todo a la primera vez que se lo dices, incluso puede tener una connotación infantil. Son personas muy creativas, que están elaborando siempre un montón de ideas, visiones y puntos de vista diferentes sobre la realidad. Se tiende a utilizar como un término un poco despectivo. Siempre me ha parecido interesante esta expresión por la complejidad de lo que intenta definir, de lo que intenta acotar y por la imagen que genera cuando imaginas pájaros literalmente en una cabeza.
Estuve leyendo mucho a Pizarnik y ella utiliza mucho la metáfora de pájaros (ella misma, pasó por hospitalizaciones psiquiátricas). Por tanto no soy, ni mucho menos, la única persona que ha utilizado esta conexión entre pájaros y cabeza. Creí que podía ser una buena forma de englobar todas las ideas que ahí se plantean, es una forma distinta de denotar visiones distintas de la realidad, de defender las propuestas utópicas y un poco el intentar reforzar a las personas que no se conforman con lo que ya hay, que no se conformen con el discurso de esto es así y punto. Pájaros en la cabeza es una expresión que también hace referencia a está posibilidad de ver algo que hay más allá y no conformarse con este entramado real que tenemos ya dado.
Respecto a la motivación, el libro viene en un punto en el cual llevo varios años transitando en el activismo en salud mental. En España hay un punto en el cual hubo una eclosión, como está descrita en el libro, a partir del congreso Entrevoces. Hay una explosión de activismo en salud mental, que genera muchísimos discursos, genera muchísimo interés en un montón de personas. Tanto en personas psiquiatrizadas o locas, como en profesionales de la salud mental. Hay un boom, y luego hay una especie de estabilización, y yo creo que es en ese momento cuando a mí se me ocurre el empezar a escribir sobre como ha sucedido toda esta oleada. Siempre que he participado de otros movimientos sociales he echado en falta una memoria histórica más inmediata, más rápida, más adaptada a la realidad.
Los tiempos van cada vez más rápido, el capitalismo y el neoliberalismo se alimentan del cambio constante, de la transformación constante. Entonces, yo no puedo organizar un movimiento social conforme una historia escrita sobre hechos que ocurrieron hace 40 años. Por eso en el libro intento no centrarme en la antipsiquiatría, no porque en sí misma no tenga valor, sino porque es una corriente que surgió en un momento histórico muy concreto, realmente distinto al que tenemos ahora. Yo quería hacer un libro útil, surge de ahí, de que conforme vayan pasando los años este movimiento social lógicamente irá cambiando para ir adaptándose al contexto socioeconómico y a las situaciones que se vayan generando. También generará nuevos discursos que lo vertebrarán de un modo distinto, y articularán esos discursos y esas prácticas de otra forma. Espero que sea así y que sea cada vez hacia mejor. Para eso creo que es necesario, cada vez que se sube un escalón, mirar un poquito abajo y ver qué es lo que ha sucedido y cómo es que se ha subido a ese escalón.
Otro de los motivos para escribir “Pájaros en la Cabeza” es que se pregunta mucho sobre en qué consiste el activismo en salud mental y qué discursos hay. Es nuevo para mucha gente. Y cuando escuchan hablar de orgullo loco, de que se puede criticar la psicoterapia, se puede criticar la idea de que todos tenemos que ir al psicólogo, de que siempre hay que tomar pastillas, de que cada vez tienen que haber más psiquiatras en los sistemas de salud mental… Quería, en la medida de mis posibilidades, intentar compilar todo esto para que hubiese un material concreto al que la gente pudiese recurrir.